El mes de los Santos.

 

Nos encontramos en ese mes que año tras años nos recuerda a aquellas personas que se fueron de nuestro lado, y como en todos los pueblos, en Juviles también arreglamos nuestro cementerio.-

 

Diríamos que llegando noviembre florecen los cementerios, pero con estas líneas no quiero copiar cuantas cosas se han dicho en todos los periódicos de este país sobre los cementerios en este mes. Lo que pretendo es hacer un poco de historia de nuestro pueblo, y en honor al mes en el que nos encontramos, también del Cementerio de Juviles.-

 

Corrían los primeros años de la posguerra cuando el cementerio de la plaza, propiedad de la Curia, quedó completo, no pudiendo admitir más inquilinos, planteándose la necesidad de construir uno nuevo. No eran lo mejores años para afrontar un proyecto de tal envergadura, si los presupuestos municipales eran una ilusión para el Alcalde de turno, la economía de los vecinos era del todo inexiste, siendo mayor la necesidad de encontrar algo que llevar a la casa donde esperaban, para comer,  más hijos de los que en realidad se deseaban, que pensar en construir un nuevo cementerio o aportar cantidad alguna para este proyecto.-

 

Por otro lado nos encontramos que la propietaria del Cementerio existente, la Curia, tampoco debería de estar muy boyante por aquella época ya que no se hizo cargo de dicha construcción.-

 

La necesidad obliga, el Ayuntamiento consigue unos terrenos en el paraje nunca mejor llamado “El Secano”, junto a la era de El Llano y al otro lado de la carretera, donde proyecta ubicar el nuevo Cementerio.

 

No obstante, hasta que se puede encontrar el sistema para afrontar la obra, al parecer, hubo que dar cristiana sepultura a algún vecino del pueblo en lo que eran solo los terrenos ya elegidos, claro está que previamente habían sido debidamente bendecidos, más aun teniendo en cuenta que con la decisión municipal, la Curia se veía libre de afrontar los gastos de construcción de uno nuevo o ampliación del ya existente.-

 

Era el año 1.949 cuando se inaugura el nuevo Cementerio, con lo que también se construye la Ermita a mitad del camino. La primera persona a la que se le da cristiana sepultura es Encarnación Mezcua Mezcua, vecina del pueblo que murió a los 65 años de edad el día 11 de noviembre de 1.949.-

 

No corrían buenos años en España, los desastres originados por la guerra tenían al país sumido más que en la pobreza en la miseria, la necesidad y un buen número de enfermedades eran determinantes en la esperanza de vida de los vecinos, encontrándonos entre dicho año 1.949 y el 1974 un elevado número de vecinos que murieron entre los 60 y 65 años, si bien la muerte de niños, 20 menores de 5 años, baja la media de vida en el pueblo a 49,99 años.-

 

Fue el año 1.954 el más benévolo con los vecinos de Juviles, no habiéndose registrado ningún fallecimiento, o al menos no fue enterrado en este cementerio, por el contrario el año anterior 1.953 se llevó a ocho vecinos de nuestro pueblo.-

 

Solo destacar que en dichos años la persona de menor edad enterrada tenía 8 días y murió el 27 de agosto de 1.953, y la más longeva fue José Fernández Megías de 93 años, que murió el 14 de mayo de 1.973.-

 

A pesar de todo lo tristes o luctuosas que puedan ser esta línea, no son más que historia de nuestro pueblo y en el deseo de muchos de nosotros, aunque vivamos lejos del pueblo, está el que el día que nos toque podamos también formar parte de esa silenciosa comunidad.-

 

Grupo de Amigos “El Pingurucho”

Salvador Cifuentes Lara

Granada 12 de Noviembre de 2.003.-